sábado, 30 de diciembre de 2017

Neuro Oratoria, expresión nueva para algo viejo.

Muchos de mis alumnos me preguntan qué es la “Neuro Oratoria”, así que decido responderles con este artículo.

Comencemos por evaluar la palabra desde un aspecto lexicológico, para mayor precisión, haremos una evaluación de la palabra desde la onomasiología; la expresión se compone de dos palabras; la primera, Neuro, que deriva del griego “Nervio” haciendo referencia al sistema nervioso, la segunda palabra “Oratoria” Arte de hablar en público con elocuencia, con la finalidad de persuadir o conmover al auditorio.

Por lo que podemos decir que más que oratoria, la neuro oratoria, viene a ser una vertiente de esta, se trata simplemente de entender como el cerebro procesa la información de un grupo de ideas, que en este caso en particular son emitidas por un expositor, habría que ahondar mucho más para poder llamarlo orador.

Es una forma nueva de nombrar algo viejo, para influir en los esnobs,  (persona que imita con disimulo las maneras, opiniones, etc. de aquellos a quienes considera distinguidos e importantes).

A principio del siglo XX se conocían ya los estudios de gallaumismo, del lingüista francés Gustave Guillaume, actualmente se le conoce como “Psicolingüística” y es una rama de la psicología interesada en cómo los humanos desarrollan el lenguaje y los mecanismos cognitivos, que intervienen en el procesamiento de la información lingüística. Para ello estudia los factores mentales y neurológicos que capacitan a los humanos para el empleo, comprensión, producción del lenguaje y sus funciones comunicativas y de pensamientos.

La neuro oratoria en muchos de sus basamentos, se apoya en el efecto de ciertas palabras y combinaciones de palabras que ya los filósofos antiguos y primeros maestros de la oratoria, clasificaron dentro de muchas figuras retoricas, detectando y comprendiendo su influencia en la conducta de los oyentes, a través, no del significado mismo, sino del significante.

Por lo que resulta parco afirmar; que la neuro oratoria puede funcionar sin el uso de los movimientos, del ritmo de las palabras y el trabajo de escena. Pues el efecto de cualquier palabra obedece en un 7% a la palabra misma, un 38% al trabajo de entonación y el resto del porcentaje está en el lenguaje corporal, el cual, aunque el público no vea al orador va a determinar su efecto connotativo al hablar. Es lo que llamo en mis obras la trinidad, cuerpo, voz y pensamiento.

Por otra parte podemos decir que resulta interesante esa mezcla de Oratoria con Programación Neuro Lingüística, que es lo que realmente viene a ser la neuro Oratoria, no es negable su capacidad de influencia en cierta forma, sin embargo, la oratoria en todo su arte es extremadamente superior a cualquier herramienta derivada de ella, incluso en sus sub clasificaciones, destacando la oratoria persuasiva y la oratoria sublime.

Por lo que resulta desacertado pensar que la neuro oratoria o cualquier otra neo corriente innovadora en nombre, pueda calificarse como disciplina maestra de la “Oratoria” seria como decir que la musicoterapia es la maestra de la música.

Los invito a entrar en el mundo de la oratoria como arte, es una disciplina que repercute, no solo en la capacidad de presentarnos ante un público, sino que además nos convierte en líderes, nos abre el pensamiento, nos desarrolla capacidad acelerada de aprender y facilidad de enseñar, aumenta nuestra confianza y seguridad en nosotros, mejora nuestra autoestima y aporta carisma a nuestra personalidad.

Es un arte que no se alcanza a dominar en toda su amplitud, ya que arropa todas las vertientes de la expresión en público y evoluciona día a día con la humanidad, resulta incoherente considerarse una autoridad en ella, por lo que seguiré siendo siempre; su apasionado aprendiz.   



Yael Jiménez Alvarado

martes, 19 de enero de 2016

Recomendaciones para concluir una presentación en publico.


Evitar en la conclusión

Al concluir debemos cuidarnos de algunos detalles que pueden deslucir nuestro cierre, se han dado casos donde el desarrollo a resultado interesante pero el final resulta vacío y esto deja una sensación muy simple en la audiencia, quien mentalmente esta con expectativas de algo tan interesante como el desarrollo, por eso al hacer una conclusión debemos evitar lo siguiente:

Estirarla demasiado: Entre las cosas más molestas en un orador esta no saber terminar, una vez que el público sabe que va a cerrar ya está mentalmente preparado para ese proceso y alargar el cierre va restando la atención y la emotividad de los oyentes cayendo en un desagrado donde lo mejor del cierre será que el orador se calle de una vez por todas.

Hablar deprisa o bruscamente: La conclusión es una despedida y debe ser  atendida para que sea positivamente inolvidable, hacerla en forma brusca o acelerada le roba el encanto que se debe buscar y crea una sensación poco favorable.

Usar frases negativas: El orador antes de irse debe dejar un halo de buena energía y optimismo, de necesidad de decidir, de motivación a la acción o de profunda reflexión, nada de esto se conseguirá usando frases negativas y con ellas me refiero a frases de lamentaciones, quejas o malos augurios.

Dar excusas y justificaciones: Las excusas siempre están demás aparte de llevar un manto de duda y las justificaciones nunca son creídas y hacen ver débil a quien las expresa, así que evítelas en todos los casos. Haga un trabajo dando lo mejor frente al público y no las necesitara.

Frases trilladas y carentes de fuerza como: - Esa es toda mi exposición espero que le haya gustado – esta frase es un desastre el orador si ha prestado atención a su público debe saber si le gusto o no. Otra frase es – No me queda más nada que decir gracias por su atención – esta es deprimente deja al orador como escaso de información o de capacidad de opinión, otro estilo es – Gracias a todos los amo, amor, amor y más amor, los envuelvo en amor – simplemente cursi y deja mucho que desear.

Omitirla; presentar un tema sin conclusión es de todas los ángulos absurdo, resulta mejor cortar parte del tema que quitar el cierre, siempre debe tener su conclusión bien elaborada y conocer con precisión y el tiempo que le llevara para así darle su espacio.


Consejos a seguir en una conclusión.

Al finalizar nuestra presentación existen algunas recomendaciones que pueden servirnos de ayuda, para tener mejor impacto  una conclusión debe:

Mostrar imágenes abundantes, la conclusión debe ser mentalmente vistosa, sonora, atractiva y emotiva. Es clave apoyarse en las figuras retoricas para embellecer el cierre.

Recapitular o resumir el tema, es clave hacer un reforzamiento de la información dada pero en una forma bastante breve, ya sea por un resumen general, la reiteración de aspectos claves o la repetición del objetivo central, esto refresca la intención de nuestras palabras y catapulta el impacto del cierre.

Usar frases claras,  sencillas e impactantes, al terminar debemos evitar palabras rebuscadas, superfluas y de uso poco común, debe usarse un vocabulario muy familiar, ameno de fácil compresión y fresco, para que imprima un ritmo suave al pensamiento del oyente.

Muestre mayor aplomo al hablar, en la conclusión debe hacerse un despliegue de expresión corporal y de entonación, es el sello de oro a toda la presentación y por eso debe ser brillante, enérgica y directa al punto.

Sienta usted la energía de su conclusión, solo así podrá trasmitirla, inspírese al elaborarla, ensáyela, practíquela una y otra vez hasta que impregne su mente y su corazón, viva su conclusión para hacer que el público la viva también.

Según como te despidas te volverán a invitar.

Yael Jiménez Alvarado.




sábado, 28 de noviembre de 2015

Consejos para iniciar una presentación ante el publico.

Estos consejos no forman reglas rígidas, son recomendaciones que nos ayudan a desempeñarnos mejor.




 Comience con seguridad.

Para ello es necesario un correcto empleo de respiración, claridad en las palabras iniciales, ensayar varias veces la introducción creada; hacerlo frente al espejo.
Comenzar con seguridad nos mostrara frente al público como una persona confiable.

 Sonría al público.

Una sonrisa, cortes al público nos sirve de presentación inicial positiva, la sonrisa es un lenguaje universal, que a todos nos agrada, aparte de ello al sonreír los músculos faciales que trabajan provocan en el organismo una reacción bioquímica favorable que nos da calma.

Use la expresión corporal.

Recuerde la importancia de su cuerpo en el proceso de comunicación, en la introducción es fundamental este lenguaje pues complementa nuestra palabras.

Llegue con anticipación al lugar.

Es de suma importancia llegar al sitio de la presentación con anticipación y revisar los elementos que se necesitan, probar los equipos, caminar el escenario para familiarizase, comprobar que todo está como se requiere, eso reduce los posibles contratiempos y nos produce un poco más de control sobre el acto.

Comience con entusiasmo.

Para atraer la atención no necesita, disfrazarse de bufón, ni colocarse gorritos chistosos, ni hacer un show de cine frente al público, lo que si necesita es mucho entusiasmo en sus palabras iniciales, selecciónelas bien, ensáyelas y dígala con la carga emocional que corresponda. Asuma su presentación no como una presentación comprometedora y estresante frente al público, si no como una agradable e interesante conversación con la audiencia.

Constrúyase un ritual.

Esto puede ayudarnos mucho, emocional, mental y espiritualmente.
Elabórese un ritual que realice siempre minutos antes de iniciar una presentación, no debe ser algo complicado, por el contrario mientras más sencillo más efectivo resultara, puede ser cantar u oír alguna canción estimulante, alguna frase de motivación que se diga así mismo, un movimiento de gusto religioso o cultural. Particularmente yo digo en voz muy baja una corta oración a Dios que elabore hace muchos años y que me eleva el pensamiento y la voluntad de hacer un buen trabajo.

Disfrute su principio.

No importa cuántas presentaciones haga en público los inicios siempre serán distinto, estimulantes, desafiantes y hasta excitante, disfrútelo que no se repetirán igual.


La expresión “Lo que empieza  bien, termina bien” aplica mucho a la oratoria, por lo que una buena introducción nos eleva la posibilidad de una exitosa presentación.

Yael Jiménez Alvarado

martes, 26 de mayo de 2015

La Inteligencia Verbal, habilidad de ganadores.


La inteligencia verbal (I.V) podemos definirla como la capacidad de utilizar el lenguaje hablado y escrito para comprender, apreciar y expresar hechos y significados complejos.

Desde hace siglos el lenguaje ha sido uno de los factores más importantes para la  medida de la capacidad intelectual, la palabra hablada y escrita ha sido uno de los más antiguos instrumentos para transmitir cultura, sentimientos y pensamientos.

La I.V depende mucho de lo extenso del vocabulario y de la facilidad para relacionar las palabras. Ya la psicología ha comprobado una correlación directa entre el I.V  y los logros personales, así como la confianza en ti mismo, buenas relaciones sociales, personales y laborales.

El poder de la palabra es enorme, quien lo conoce y domina tiene el poder de persuadir, inspirar, influir en los demás, por eso cultivar ese poder, desarrollar la habilidad verbal, capacitar y estimular la inteligencia lingüística, es una necesidad que toda persona debe ocuparse en satisfacer.

Ahora amigos lectores les informo que desarrollar la I.V es posible, si consideramos que las columnas fundamentales del desarrollo de esta inteligencia son: Hablar, escuchar, leer y escribir. 
 Hablar con elocuencia, Saber escuchar, Leer con técnicas, escribir con lógica y creatividad. Todo esto puede ser entrenado y es una responsabilidad para cada persona desarrollar estas capacidades tan indispensables en nuestras relaciones humanas.

Para desarrollar tu habilidad verbal puedes hacer juegos con las letras del alfabeto, combinar palabras, mezclar frases, enriquecer tu léxico, resolver crucigramas, cualquier juego de mesa de palabras, son formas de capacitar tu lenguaje.

Maneras muy eficaces para aumentar tu I.V. pueden ser también: Leer en voz alta, leer y escuchar poesía, hablar con persona interesantes, cultivar el hábito de la lectura y unirte a un grupo de lectores, investigar páginas web que te dejen buena información, ver programas de tv culturales y científicos.
Si deseas estimular aún más tus habilidades verbales, juega a realizar, tautogramas, pangramas, anagramas, abecegramas y monovocálicos.

El éxito de una persona está en 50% como piensa y 50% como lo expresa, de allí la gran importancia de capacitar y elevar nuestras habilidades verbales:

Leer: Quien sabe leer y no lee está peor que quien no sabe leer, si te acostumbra a leer llevas una gran ventaja sobre los que no lo hacen. Para esto te recomiendo toma cualquier curso de técnicas de lectura, en internet hay muchos sencillos y gratuitos, cualquiera de ellos será mejor que leer sin técnica, busca buenos autores, diversifica la lectura no desprecies géneros literarios, no te encasilles a solo un tipo de libros, si leer te da sueño recuerda este reflexión mía “Es mejor leer y dormirse que dormirse sin leer”

Escribir: Todos tenemos algo de escritor, muchos dejaron esa habilidad en la adolescencia y se negaron ese placer, ten siempre un libro de notas, un cuaderno de tus ideas y pensamientos o un archivo en tu computador, escribe tus planes, escribe tus proyectos, desahoga tus emociones en palabras escritas, manifiéstale tus sentimientos a alguien por escrito, escribe;  encontraras una fuente de canalización enorme de tu ser y descubrirás mucho de ti que aún no conoces.

Escuchar: Todos sabemos oír, pero no todos sabemos escuchar, en las conversaciones toma más tiempo para escuchar al otro que para hablar tú, el mejor conversador es quien sabe escuchar mejor, aprenderás más de tus semejantes, sabrás dar mejores opiniones. Escucha sin interrumpir, con el firme propósito de entender lo que te dicen y tratando de comprender porque piensa así tu interlocutor, eso te dará ventaja y te enseñara a ser persuasivo.

Hablar: No digas todo lo que piensas, pero si piensa todo lo que digas, conéctate con las palabras que emitas. Las palabras tienen vida y debes sentirla y aprovecharlas. Hazte un buen hablante domina el arte de conversar. Prepárate en el “Arte de la Oratoria”, será una de las mejores decisiones de tu vida, recuerda que es un arte no se puede aprender en un día o dos, piensa en cualquier arte y pregúntate ¿cuánto tiempo requiere aprenderla?. La oratoria es un arte sagrada vale la pena dedicarle tiempo porque te lo retribuirá con creces.
La inteligencia verbal influye positivamente en el resto de tus inteligencias, las palabras le dan salida a tus pensamientos y sentimientos, ábreles las puertas para que te abran un mundo de oportunidades y puedas ver mayor significado y propósito en tus días, la forma como te expresas hacia otros, como te expresas de ti y como hablas contigo mismo, son determinantes para una vida plena de triunfos, tu habilidad verbal será tu mejor herramienta, es tu responsabilidad hacerte cada día mejor. La vida te presenta el juego, tus habilidades te harán ganador.

Te dejo un ejercicio para que comiences tus prácticas de I.V.


En este texto hay escondidos 13 nombres propios de varón, encuéntralos.

No hay hipocosticos

Surcar los mares sin equipaje, susurraste amores, me hablaste de tu poesía lució como ángel tu rostro. Nada, nunca evitaría la alegría, que da vida a las palabras sin cesar de tu alma melancólica. Si, a no expresar lo que invade tu ser, Si más lejos envíes tus sentimientos enriquecedores más será el regalo. Tú en un diván, soñando con pieles desnudas que en tu playa el tiempo detendrá.

16 nombres propios femeninos. No hay hipocosticos

El enamorado Mariano, natural de Andalucía y su jefe Juan Andrés, natural de Galicia, ya no dicen cada mañana de la crisis económica. Sus análisis financieros agravaron la inestable situación. Como Mariano se siente valiente ha decidido regresar a su pueblo para empezar aquel interesante negocio que siempre había soñado. Quiere ser feliz.

Yael Jiménez Alvarado.

martes, 18 de noviembre de 2014

Miedo Escénico Mito y Realidad (Segunda Parte)

En el artículo anterior puntualizamos los mitos del miedo escénico, partiendo de allí nacen unas recetas empíricas para eliminarlo, recetas que algunos docentes recomiendan a sus alumnos como la solución a este mal. Veamos estos consejos y evaluemos sus consecuencias, para poder abordarlas las agrupe en:

Recetas del “No contacto visual”
Mira al fondo del salón, imagínate que estas solo, imagina una pared frente a ti; estas recomendaciones dejan al expositor con un estilo de alguien que habla fuera de lugar, el discurso no llega a los oyentes, pierde su capacidad natural de transmitir, perdiendo así la sintonía orador – tema – oyente.

Recetas de “Mira parcialmente”
Mira solo a alguien de tu confianza, mira a tres personas que te inspiren confianza uno a la derecha, uno a la izquierda y otro al centro; míralos a todos pero solo el cabello, míralos entre las cejas y así los dominarás. Con esos consejos se cumplen gran parte de las consecuencias anteriores, sumado a la incomodidad de quien es objeto de nuestra constante mirada, el resto del público que no recibe el contacto visual no se sentirá involucrado en el proceso de la oratoria que presencia.

Recetas de “Minusvalía del público”
Imagínate al público desnudo, imagina que todos ellos te deben, que son tus esclavos y tú el amo. Si acaso el ponente logra recrear su mente con estos consejos, sus palabras perderán ese encanto que da compartir la información con el deseo de ser útil, la información se tornara aburrida, se perderá el énfasis del orador, la expresividad se tornara poco armoniosa al público. El principio de la oratoria es brindarle ideas al oyente y anularlos es un mal camino para lograrlo.

Recetas de “Plusvalía del orador”
Tú eres el que más sabe, piensa que ellos no saben nada del tema, ten claro que tú eres la estrella del evento. Para comenzar a enumerar las consecuencias dejemos claros que con estos consejos el lenguaje corporal será altanero, desafiante y puede que hasta agresivo, la audiencia probablemente no lo manifieste pero se reservara la opinión de semejante orador, se bloqueará la probabilidad de generar empatía, además siempre existe la posibilidad de encontrar entre el público a un experto en la materia y eso desarmaría estas rebuscadas tácticas, por ultimo puedo asegurar que todo orador que se cree estrella tarde o temprano se estrella.

Recetas  “Químicas”
Tómate una gotitas de tal medicamento, toma unos traguitos de licor antes de hablar eso te da valor. Podemos mencionar aquí entre muchas consecuencias orgánicas que esto puede acarrear, los efectos secundarios, las reacciones inesperadas y la dependencia constante de estos elementos para poder hablar en público.

Recetas de “Esotéricas”
Lleva una piedra energética, usa una pata de conejo, amárrate una cinta roja en el tobillo derecho, encomiéndate a San Juan de las palabras. La seguridad del orador debe descansar sobre su persona y sobre su entrenamiento, si depositas tu confianza en un amuleto al perderlo perderás la poca confianza que hayas ganado, y será más difícil recuperarla.

Estas recetas pueden que resulten en algún momento, pero solo servirán para sacarte de apuros momentáneos.  La realidad del miedo escénico es más simple y manejable, no te dejes confundir con estas recetas que solo resultan en muy pocos casos y no desarrollan en la persona la capacidad de controlar y canalizar este miedo definitivamente.

No se puede dominar lo que no se conoce, por lo que es necesario conocer en forma sencilla como funciona el miedo, su fisiología, su psicología y sus manifestaciones tanto individuales como colectivas, y aunque éste no es el único camino para su control, el conocimiento nos abre un abanico de alternativas para lograr su control.


Por ahora solo puedo decirte que las soluciones están en ti, en tu mente, en el mismo lugar donde nacen tus temores, con una metodología clara y precisa, con un guía idóneo, conocedor de la naturaleza del miedo y la oratoria, con tu voluntad de vencer tus temores y sacar tus valores, así los días del miedo escénico dominante en tu vida serán solo un recuerdo, recuerdo que te llenará de orgullo al ver como superaste esa difícil barrera y sacaste a la luz el verdadero valor que hay dentro de ti.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Miedo Escénico "Mito y Realidad" (Primera Parte)



Hablar ante un público para muchos representa un reto difícil de enfrentar, no por lo complicado o sencillo del tema, no por lo fácil o difícil de la audiencia, el punto de dificultad principal está en enfrentar el miedo escénico que invade a la mayoría de las personas en esta circunstancia. Miedo que se manifiesta fisiológicamente con sudoración excesiva, enrojecimiento del rostro, temblor y descontrol en las piernas, cosquilleo en el estómago, mareos, náuseas, ataque de llanto o de risas, tartamudeo, mente en blanco, hasta el desmayo o complicaciones mayores.

El miedo se presenta sin importar nivel cultural, edad, sexo, condición social, etc. Y que a pesar muchas veces de estar preparados en el tema, hace de nuestra actuación ante un público un hecho de muy poca calidad y hasta deplorable.
Son muchas las explicaciones que se le dan a la raíz u origen de este miedo, enumeremos algunas y evaluemos su factibilidad:

Algunos opinan que el miedo es producto de la falta de dominio en el tema, pero todos sabemos que quien sufre de este miedo, lo experimenta igualmente, si se le invita ante un público a contar su experiencia en un viaje, un día típico de su vida o cualquier otro hecho personal, ¿Acaso no dominará un tema semejante?. Así mismo podemos citar casos de profesionales con años de experiencia en sus áreas y que cuando en algún momento les corresponde exponer ante una numerosa audiencia un tema inherente a su profesión, el miedo se presenta tan igual que a un novato en la materia.

Otros afirman que la causa es una baja autoestima y las personas que tienen una alta autoestima se sienten confundidas ante esta afirmación puesto que experimentan igualmente este miedo, y por el contrario muchas personas con autoestima baja en un determinado momento han tomado la palabra ante un grupo para exponer y defender sus opiniones o ideas, lo que nos indica que existen circunstancias que se anteponen a esa autoestima desencadenante del miedo escénico, tal vez usted querido lector sea una de esas personas de alta autoestima y que evidencia ese miedo ante el público, y ahora tiene miedo y duda acerca de su autoestima.

Muchos suponen que el miedo escénico obedece a un trauma infantil en las primeras experiencias escolares al expresarnos ante otros, por haber sido motivo de burla o algo similar, no niego que esta pueda ser una posibilidad, pero el miedo escénico estadísticamente ocupa el primer lugar a nivel mundial, ¿Acaso la mayoría de las personas vivieron semejante experiencia?

Algunos simplemente consideran que este miedo es consecuencia del temor a cometer un error ante otros, sin embargo en nuestro día a día cometemos errores ante algunas personas sin que esto signifique un miedo tan elevado y un miedo cuando es real es experimentado en toda circunstancia similar, por lo que el temor a equivocarse si existe en la persona debería estar presente cada vez que se exprese ante varias personas que lo escuchen y no solo al exponer un tema.

Todas las suposiciones anteriores no es que carezcan de sentido, por el contrario todas ellas contribuyen al aumento del miedo escénico, pero no son las causas de su aparición, por lo tanto no es solamente solucionando estos puntos como canalizaremos y controlaremos este miedo.


domingo, 29 de diciembre de 2013

Crisis… ¿oportunidad o amenaza?


Para muchos el futuro lo vislumbran con temor, otros lo ven incierto y algunos lo miran con oportunidades, en muchas ocasiones las crisis separan lo trivial de lo vital, lo útil de lo inútil, el grano de la paja, es allí en las crisis donde surgen muchas necesidades, y hace falta gente que busque satisfacerlas, la necesidad es la madre de la invención y aunque a muchos nos decían de niños –No invente, dejen los inventos - creo que es hora de desobedecer y comenzar a inventar.
Debes alinear las metas en lo que te gusta, no debemos trabajar en algo que no nos gusta solo por dinero y no debemos trabajar en lo que nos gusta solo por dinero.
Debemos orientarnos en eso que nos apasiona, muchos piensan primero en el mercado, en lo que se está vendiendo más, en lo actual y se olvidan de ellos mismos que son la esencia principal de su proyecto, descubra eso que le llena hacer y tome esa ruta, bastara una sola idea y usted le dará la forma correcta.
A muchos se les ocurre; lo que según ellos llaman grandes ideas, pero aquellos que alcanzan sus metas se diferencia en que solo tiene una idea y la ponen en marcha.
Las dificultades siempre serán un reto para el verdadero emprendedor, el marinero experto se hace en mares turbulentos no en aguas calmadas. Misteriosamente la gente prospera y crece más, cuando su entorno está lleno de desafíos.
En momentos de incertidumbre económica los emprendedores bisoños piensan que sin dinero no podrán llevar a cabo ningún proyecto.
Al emprender el dinero es solo uno de los recursos necesarios, no es el único, son muchos recursos que se requieren, aquellos que piensan que el dinero es el más importante de los factores sencillamente no sabe lo que es realmente emprender.
Debemos hacer un inventario de que talentos poseemos, cuantas habilidades tenemos y con cuántos recursos contamos, enumere el dinero solo como uno de ellos, actualmente hay muchas formas de expandir tus ideas, tienes a nivel de internet muchas opciones gratuitas: redes sociales, tener un blog, oficinas virtuales, tiendas comercializadoras, archivadores, programas amistosos, cursos gratuitos, bibliotecas, etc. Solo hace falta un poco de chispa y menos argumentos para justificar nuestras pocas posibilidades, excusas y explicaciones las da cualquiera, resultados solo los triunfadores.
Creer en ti mismo, esa es la clave, de nada te sirve si todos: padres, familiares y amigos creen en ti pero tú no. Lo importante es creer firmemente en ti, saber hacia dónde quieres ir, porque cada paso que des te acercara a tu objetivo.
Desarróllate principalmente como ser humano, no te inclines por el tener, porque consumirás tu vida en una carrera agotadora e interminable. Evoluciona tu ser y así; estarás donde te gusta estar, harás lo que te gusta hacer y serás lo que realmente eres y como consecuencia tendrás lo que deseas tener. 
No desperdicies tu vida buscando la fama y la fortuna, vive tan comprometido contigo mismo y tus nobles ideales, has de tu “Ser” algo tan elevado que la fama y la fortuna te busque a ti.
Escoge para tu vida lo mejor: los mejores libros, la mejor música, los mejores programas y las mejores amistades, porque tú te lo mereces.
Agradece siempre aquello que tengas para poder recibir más.
Se el constructor de tu propia vida, persigue tu sueño sin miedo, con mucha pasión y con un toque de locura, disfruta ser de aquellos que marcan la diferencia.

Yael Jiménez Alvarado

sábado, 14 de septiembre de 2013

7 Pecados que te impiden el Don del Orador

1. Hablar sin objetivo.
El que no sabe para dónde va, no sabe si ya llego. Hablar sin objetivo es hablar por hablar. El orador debe estar claro de que busca con sus palabras, que espera lograr en la audiencia, la oratoria no es la simple exposición de un tema, la oratoria va más allá. El tema por extenso que sea debe fundamentarse en un objetivo principal y otros complementarios, no son palabras al azar, explicaciones tediosas ni planteamientos tras planteamientos sin parar. Si al hablar en público no estamos claros del objetivo que persiguen nuestras palabras, nuestra participación no tendrá valor.

2. Alargar el final.
La oratoria son tres pasos, párate, habla y cállate, muchos bisoños expositores tienen problemas con este último paso, por lo que muchas veces deslucen la presentación con su poca habilidad de cerrar el tema y pierden muy buenas oportunidades de callar y despedirse. Un ponente que anuncia su conclusión y no cierra en verdad, por el contrario retoma aspectos del tema, para luego anunciar nuevamente su despedida y prolongarse de nuevo una y otra vez, deja un sinsabor en la audiencia. Recuerde el final debe ser emotivo, sublime y preciso.

3. Atacar al público.
El público vino a escuchar a un orador, ya eso es un hecho para agradecer. El orador entre sus valores debe tener el de la vocación de servicio a sus oyentes. Atacar a uno del público es atacar a todos, evite engancharse en una discusión con un participante de la audiencia, usted les habla a todos no uno solamente, si entre el público hay participantes conversando entre sí, ocupado en otras cosas no reclame, no olvide que si los participantes están atento a otros elementos que no son sus palabras es signo de que dejamos de ser interesantes para ellos, recupere su atención no la exija.

4. Sentirse superior
El orador es un servidor, un guía, un amigo, un mensajero. El ego es el peor enemigo de un orador, el público es el que le da sentido a su presencia  y existencia, cuando entendemos esto esos aires de superioridad desaparecen. Evite hacer alusión constante a sus títulos, gran experiencia, alardear de su trayectoria, eso no agrega valor, creer lo contrario es ser víctima del ego que con argumentos justificados quiere lucirse y logra ante el público deslucir. La humildad es de gran valor al hablar en público. Recuerde en la oratoria el que se cree estrella se estrella.

5. Subestimar al público.
Dos cabezas piensan más que una decía mi padre y es cierto, así que todas esas mentes en la audiencia son una avalancha de pensamientos, una inteligencia colectiva. Evite dar explicaciones obvias, es mejor ejemplificar, no acostumbre a querer después de una historia con moraleja aclarar la moraleja con una explicación tediosa, eso quita el encanto al cuento, es tan negativo como explicar un chiste así le quitamos toda la gracia. Espere siempre de su público lo mejor.

6. Ser inflexible.
Un entrenamiento en el arte de la oratoria nos da una mente y conducta flexible, la inflexibilidad no es afín a las artes, el orador es creativo, ocurrente, con una capacidad genial de improvisación, todo esto producto de la práctica del arte de la palabra hablada, eso le da una capacidad de adaptarse a la audiencia y luego guiarla hacia sus ideas y planteamientos. Ser inflexible con el público y el tema nos aparta de poder calar en nuestros escuchas.

7. Ser aburrido.
Nada aniquila más el interés que la monotonía, nuestro planteamiento debe hacerse de manera interesante, nuestro tono de voz debe ser entusiasta, nuestros movimientos acorde con nuestras palabras. Mientras transcurre una exposición el público se hace reflejo del orador, si la audiencia esta aburrida tenga plena seguridad que el orador la contagio. No existen temas aburridos, existen oradores aburridos. 

El público no asiste a escuchar a un orador solo por la información, de ser así podría leerla, pero la experiencia de oírla de un verdadero orador no es la misma, el público espera mucho más, espera conocer, sentir, descubrir, ampliar y vibrar con la información o mensaje y sabe que eso solo puede ser posible, escuchando a un expositor que posea “El Don de Orador”.

Yael Jiménez Alvarado.

domingo, 25 de agosto de 2013

10 Mandamientos para tener el Don del Orador.

1. Inicia en forma amistosa.

Al hablar en público es necesario saber abrir una presentación, evite comenzar dando su nombre y el tema a tratar. Evite decir buenos días o tardes a viva voz para luego poner al público a gritar los buenos días o tardes. No abra con dinámicas. Busque elementos donde solo usted sea el ejecutor y de forma tal que atrape la atención en sus primeras palabras y con el resto despierte interés, luego si vaya a la formalidad de presentarse y anunciar el tema. “Así como llegas así te reciben”.

2. Terminar con estilo.

La conclusión es un punto clave para el orador, es donde las palabras deben dejar un aroma grato en los oyentes, es donde todo lo expuesto se puede elevar o se puede derribar. Evite decir cosas como:  - Eso es todo gracias por su atención – o – No me queda más nada que decir -  y otras frases trilladas y faltas de originalidad. Busque elevar al tema o a la audiencia en su despedida y cierre con una frase inspiradora. Prepare bien su conclusión. “Quien no sabe para dónde va, no sabe si ya llego”

3. Entrena siempre.

No se puede llegar a correr una Maratón completa si no se entrena todos los días, no se puede llegar a ser un buen orador si no se práctica todos los días, no solo el tema, debes entrenar la voz, leer en voz alta, declamar poesía, narrar historias, aprender un concepto y decirlo en tres a cinco formas distintas y muchas otras formas de entrenar la capacidad verbal y comunicativa.

4. Apasionante con el tema.

La vida o se vive con pasión o no se vive, cuando se prepara un tema hay que indagar en todos los pormenores posibles, verlo desde distintos puntos de vistas, conocer los argumentos que se le contraponen. Prepárate con información de reserva, si vas hablar una hora prepárate para dos.  Deja que el tema se haga parte de ti, no te hagas tu parte de él.  Estúdialo, analízalo y sobre todo medítalo. 


5. Habla bien.

Dicción, una correcta pronunciación es un elemento de suma importancia en un orador,  el uso adecuado de las palabras, el lenguaje adaptado al tipo de público, la ausencia de vicios verbales, la entonación,  la velocidad y el ritmo, son herramientas  claves para hacer llegar las ideas y tener poder persuasivo. 


6. Simplifica e ilustra lo que estas explicando.

Los conceptos y definiciones no atrapan la atención de la audiencia, son más poderosos y convincentes,  los ejemplos, las demostraciones, las aplicaciones, los testimonios y las referencias. Ilustra, demuestra, sorprende  y facilita.


7.  Háblale a todos.

El público está ahí para escucharte, míralos a todos, olvida ese absurdo consejo de mirar solo a los rostros agradables o conocidos, cuando se conversa se mira a los oyentes, igual es en la oratoria, míralos a todos, eso los hará sentirse involucrados. Adapta tu vocabulario al público que te escucha, eso te hace buen comunicador.


8. Está atento al público.


La audiencia es tu medidor de que tan bien va el tema,  el público con su lenguaje corporal te informa de cómo van las cosas, que tan elocuente eres o que tan monótona es tu exposición, no te entregues al tema, abócate a tus oyentes, ellos son la razón por la que estas allí. Recuerda por muy buen orador que te consideres es el público quien tiene la ultima palabra.


9. Se natural y espontáneo.


Para ser un orador elocuente, conmovedor, persuasivo y convincente, debes dejar a un lado el perfeccionismo,  la creencia de como debes ser de orador y comenzar a mejorar al orador que realmente eres, no pretendas imitar a nadie despierta tus capacidades naturales, aparta la rigidez de ti y se tú mismo con tu natural esencia.


10. Utiliza cuerpo, mente,  corazón y espíritu.


Cuando entrenes, hazlo en todas las dimensiones de tu ser, ejercita tu cuerpo en movimiento y voz, llena tu mente de información, lee, analiza, piensa. Lleva el tema a tu experiencia, conéctalo a tus emociones, siéntelo y habla con corazón y  por ultimo medita las ideas, medita tus palabras, dale una razón a tu presencia ese día ante esa audiencia y elévala en tu ser, así encontraras el “Don del orador”

Hablar en público no se limita solo a tener el valor de expresarse ante una audiencia, es comprender la responsabilidad que existe ante ese compromiso, por ello necesita preparación.

Si el público sale de una conferencia siendo el mismo que entro podemos decir entonces que no estuvo en presencia de un verdadero Orador.

 Yael Jiménez Alvarado.

jueves, 8 de agosto de 2013

El orador más grande de todos los tiempos.

Jesús de Nazareth es y será siempre el mayor orador que la humanidad haya podido conocer, sus palabra, sus enseñanzas y la manera de usar el verbo para transmitirlas, son indiscutiblemente superior a cualquier orador conocido, para su época uno de los mayores problemas que enfrento Jesús  era la cárcel intelectual en que vivían las personas, esa poca flexibilidad de pensamiento que les impedía entenderse a si mismo y a sus entorno. Entre sus dotes orales para llegar a la gente usaba el arte de la duda, lo empleaba para abrir la puerta de la inteligencia de las personas.

¿Cómo usaba Jesús este arte?

Si observamos los textos de los cuatros evangelios, observaremos que usaba el arte de la pregunta y cuestionaba, para provocar en las personas un proceso de interiorización y autocrítica.

Como orador Jesús además fue un extraordinario narrador de parábolas, cada una enmarcada en situaciones que la gente conoce bien, usaba las ilustraciones para que la gente revelara la actitud de su corazón, era carismático y paciente en el arte de enseñar con su palabra, cautivaba hasta a sus opositores, expresaba enseñanzas complejas con historias simples. Siempre contaba historias que atraían y estimulaban a pensar, convertía a sus oyentes en agentes activos en el proceso de educación y transformación,

Jesús estaba continuamente llevando a sus discípulos a pensar antes de reaccionar, a abrir sus mentes aun ante el miedo, los errores, los fracasos y las dificultades. Estimula las funciones de la memoria y el proceso de construcción de pensamiento, hablando poco y diciendo mucho, El sabia que la memoria no era un simple deposito de información, Jesús buscaba que el hombre no fuese un simple repetidor de reglas y conceptos, alguien que solo sabe juzgar a los demás, pero que no sabe interiorizar y enfrentar sus propios errores.

Jesús hablaba con gestos, lo que explicaba sus enseñanzas mas claramente que mil palabras, pero aun así muchos no comprendieron  que él transmitió valiosos mensajes no solo por lo que hablo, sino también por lo que no hablo. Esos profundos mensajes que expreso con la elocuencia de sus gestos y sus momentos de silencio.

Cristo rompía la frialdad del conocimiento, el lo transmitía con vida y se fundía con las historias. Las personas se sentían privilegiadas de oírlo. Los fariseos estaban tan atraídos por su manera de hablar que siendo sus mismos opositores estaban cerca para disfrutar de escucharlo, Es incomprensible para algunos como alguien sufría tanta oposición y al mismo tiempo despertara tanta admiración en sus opositores.

De el se dice:

Jesús de Nazareth, sin armas ni dinero, conquisto más millones de personas que Alejandro, César o Napoleón. Sin contar con cultura ni conocimientos, arrojó mayor luz sobre lo humano y lo divino que todos los filósofos y estudiosos que han existido. Sin elocuencia académica alguna, pronuncio Palabras de Vida como nunca se habían oído ni han vuelto a repetirse desde entonces, generando efectos que ningún poeta u orador ha logrado jamás. Sin haber redactado una sola línea, impulso más plumas y proporciono mayor cantidad de temas para sermones, oraciones, debates, tratados eruditos, obras de arte y canciones de alabanza que todas las legiones de hombres brillantes que ha habido en el pasado y en tiempos modernos.

Han transcurrido una veintena de siglos desde su nacimiento y aún sigue siendo figura central de la humanidad y la única esperanza para su futuro. Me quedo corto si digo que todos los que hayan marchado, todas las flotas de guerra que se hayan construido, todos los parlamentos que hayan habido y todos los reyes que han reinado, en conjunto, no han ejercido una influencia tan grande en la vida del hombre en este mundo como la de este Único Ser.

Anónimo.


Son atípicas las paradojas que envuelven la historia de Cristo. Nadie hablo de amor como el, al mismo tiempo nadie fue tan odiado como el.

El se entrego y se preocupo tanto con el dolor del prójimo, y nadie se preocupo de su dolor. El fue herido con rechazo sin tener motivo para ello. Era tan dócil, y aun así se le trato con mucha violencia. No deseaba el trono político y fue tratado como si se tratara del más agresivo de los revolucionarios. Y su máximo y coherente discurso lo pronuncio clavado en la cruz  cuando dijo !Padre! perdónalos porque no saben lo que hacen”.


Todo orador que desee formarse en el poder de la palabra debe aprender de Jesús de Nazareth; El Maestro.