martes, 18 de noviembre de 2014

Miedo Escénico Mito y Realidad (Segunda Parte)

En el artículo anterior puntualizamos los mitos del miedo escénico, partiendo de allí nacen unas recetas empíricas para eliminarlo, recetas que algunos docentes recomiendan a sus alumnos como la solución a este mal. Veamos estos consejos y evaluemos sus consecuencias, para poder abordarlas las agrupe en:

Recetas del “No contacto visual”
Mira al fondo del salón, imagínate que estas solo, imagina una pared frente a ti; estas recomendaciones dejan al expositor con un estilo de alguien que habla fuera de lugar, el discurso no llega a los oyentes, pierde su capacidad natural de transmitir, perdiendo así la sintonía orador – tema – oyente.

Recetas de “Mira parcialmente”
Mira solo a alguien de tu confianza, mira a tres personas que te inspiren confianza uno a la derecha, uno a la izquierda y otro al centro; míralos a todos pero solo el cabello, míralos entre las cejas y así los dominarás. Con esos consejos se cumplen gran parte de las consecuencias anteriores, sumado a la incomodidad de quien es objeto de nuestra constante mirada, el resto del público que no recibe el contacto visual no se sentirá involucrado en el proceso de la oratoria que presencia.

Recetas de “Minusvalía del público”
Imagínate al público desnudo, imagina que todos ellos te deben, que son tus esclavos y tú el amo. Si acaso el ponente logra recrear su mente con estos consejos, sus palabras perderán ese encanto que da compartir la información con el deseo de ser útil, la información se tornara aburrida, se perderá el énfasis del orador, la expresividad se tornara poco armoniosa al público. El principio de la oratoria es brindarle ideas al oyente y anularlos es un mal camino para lograrlo.

Recetas de “Plusvalía del orador”
Tú eres el que más sabe, piensa que ellos no saben nada del tema, ten claro que tú eres la estrella del evento. Para comenzar a enumerar las consecuencias dejemos claros que con estos consejos el lenguaje corporal será altanero, desafiante y puede que hasta agresivo, la audiencia probablemente no lo manifieste pero se reservara la opinión de semejante orador, se bloqueará la probabilidad de generar empatía, además siempre existe la posibilidad de encontrar entre el público a un experto en la materia y eso desarmaría estas rebuscadas tácticas, por ultimo puedo asegurar que todo orador que se cree estrella tarde o temprano se estrella.

Recetas  “Químicas”
Tómate una gotitas de tal medicamento, toma unos traguitos de licor antes de hablar eso te da valor. Podemos mencionar aquí entre muchas consecuencias orgánicas que esto puede acarrear, los efectos secundarios, las reacciones inesperadas y la dependencia constante de estos elementos para poder hablar en público.

Recetas de “Esotéricas”
Lleva una piedra energética, usa una pata de conejo, amárrate una cinta roja en el tobillo derecho, encomiéndate a San Juan de las palabras. La seguridad del orador debe descansar sobre su persona y sobre su entrenamiento, si depositas tu confianza en un amuleto al perderlo perderás la poca confianza que hayas ganado, y será más difícil recuperarla.

Estas recetas pueden que resulten en algún momento, pero solo servirán para sacarte de apuros momentáneos.  La realidad del miedo escénico es más simple y manejable, no te dejes confundir con estas recetas que solo resultan en muy pocos casos y no desarrollan en la persona la capacidad de controlar y canalizar este miedo definitivamente.

No se puede dominar lo que no se conoce, por lo que es necesario conocer en forma sencilla como funciona el miedo, su fisiología, su psicología y sus manifestaciones tanto individuales como colectivas, y aunque éste no es el único camino para su control, el conocimiento nos abre un abanico de alternativas para lograr su control.


Por ahora solo puedo decirte que las soluciones están en ti, en tu mente, en el mismo lugar donde nacen tus temores, con una metodología clara y precisa, con un guía idóneo, conocedor de la naturaleza del miedo y la oratoria, con tu voluntad de vencer tus temores y sacar tus valores, así los días del miedo escénico dominante en tu vida serán solo un recuerdo, recuerdo que te llenará de orgullo al ver como superaste esa difícil barrera y sacaste a la luz el verdadero valor que hay dentro de ti.

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